La complejidad de las relaciones en el
trabajo junto con las situaciones de insatisfacción laboral, son factores de
riesgos psicosociales que solamente pueden abordarse desde una perspectiva que
enfatice el desarrollo de las competencias y habilidades individuales.
La manera cómo funciona la organización, el
estilo de gestión, el conjunto de tareas encomendadas o las presiones para
asumir ciertas responsabilidades, son áreas de altísimo interés para prevenir el
malestar laboral y reducir su impacto en la salud personal y la cultura organizacional.